Las empresas involucradas en el sector marítimo en los Estados Unidos corren contrarreloj luego de que se aprobara la Ley de Reforma del Transporte Marítimo 2022 (OSRA 22) a menos de un año después de su presentación en el Congreso.
La confirmación de la norma se dio el pasado 24 de junio y por ende las empresas tienen que urgentemente adaptarse a las condiciones que fija la nueva Ley.
Cabe destacar que entre otras consideraciones, la normativa incluye prohibiciones sobre facturas no conformes cargadas por las líneas navieras a sus clientes por detención o demurrage, así como otros nuevos requisitos relacionados a estos conceptos. En pocas palabras, si la Comisión Federal Marítima (FMC) concluye que una factura es inexacta o falsa, podrá evaluar las sanciones o mandatar a las líneas navieras a emitir reembolsos, así como imponer posibles sanciones civiles.
Expertos indican que esta medida por un lado podrían beneficiar a exportadores e importadores ya que da a la FMC más poder para regular la facturación por retraso mejorará el comportamiento de las navieras, apoyando así los intereses de sus clientes.
Pero en contrapartida, reducción de los gastos por detención y demurrage reduciría los costos de oportunidad para los traders, que podrían acabar reteniendo sus contenedores en los astilleros durante más tiempo y esta situación desembocaría en una escasez de contenedores en unos meses. Según los analistas, los traders buscan mejorar los tiempos de envío, esto sólo puede empeorar los plazos de entrega de los bienes.